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ACORAZADO MIKASA

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Gran Bretaña se constituyó en el principal proveedor de la nueva Marina Imperial japonesa, contribuyendo también a la formación de sus oficiales. A finales del siglo XIX fueron encargados a los astilleros británicos los acorazados "Yashima" y "Fuji", derivados de la clase "Royal Sovereing" seguidos por el "Shikishima" y el "Hatsuse".

En 1898 se puso quilla al Asahi y al año siguiente a su casi gemelo Mikaza. Estas dos últimas unidades, destinadas a constituir la punta de lanza de la flota japonesa en el conflicto ruso-japonés de 1904-1905, fueron proyectadas aprovechando las experiencias obtenidas por los astilleros británicos en la construcción de los Royal Sovereing, Canopus y Duncan, derivados a su vez de los Majestic. Incluso se introdujeron los conceptos que sirvieron como base del proyecto de la moderna clase King Edward VII, por entonces en construcción para la Royal Navy.

PORT ARTHUR

"La bandera rusa es nuestra enemiga. Saldremos a la mar esta misma noche". Con estas palabras concluía el consejo. El almirante y sus oficiales se hicieron una reverencia . Uno a uno fueron hacia la puerta de la cámara, deteniéndose al pasar ante una bandeja de madera blanca en la que reposaba una daga. Era el 5 de febrero de 1904; el vicealmirante Heihachiro Togo acababa de anunciar a sus subordinados que la Flota japonesa tendría el honor de ser la punta de lanza en la gran empresa nacional de eliminar la influencia rusa en los mares de Oriente.

Entre 1895 y 1903 se fue haciendo indudable que el próximo rival del Japón sería Rusia, que con el apoyo de Francia y Alemania le había obligado a ir escupiendo los bocados arrancados a China por las cláusulas del Tratado de Shimonoseki de 1895: Port Arthur y la península de Liaotung. Después Rusia presionó a China y la obligó a arrendarle Port Arthur, al mismo tiempo que incrementaba su influencia en Corea. Los altos mandos japoneses veían cada vez mas claro que, tarde o temprano, habría que poner las cartas boca arriba. Por lo que a la guerra se refiere, Togo era el responsable de que la Flota estuviera perfectamente a punto.

Da escalofríos pensar que, en 1904, las escuadras de Togo habrían pulverizado a cualquier fuerza inglesa similar. En lo que a artillería se refiere los japoneses iban muy por delante de los británicos, distinguiéndose por su inteligente aplicación de las innovaciones técnicas. En cuanto a la munición los japoneses fueron extraordinariamente perspicaces, proporcionándoles una formidable potencia de fuego la adopción del "chimose" (un devastador explosivo) para los proyectiles de la Flota.

El 8 de febrero de 1904 la armada nipona realizó un ataque por sorpresa contra la base de Port Arthur. Togo envió sus torpederos, que debían atacar a los buques fondeados en la rada, apoyados por dos acorazados y un crucero que, además, deberían hundirse en la boca del puerto para cerrarla. Al día siguiente Togo se aproximó con el grueso de su escuadra para bombardear a los buques rusos que se habían salvado: cinco acorazados, cinco cruceros, dos cañoneros torpederos, dos minadores y veinticinco destructores.

Antes de romperse las hostilidades la Flota japonesa había alcanzado los efectivos de seis acorazados, seis cruceros-acorazados, diecinueve destructores y dieciséis torpederos. Además viniendo desde Europa por la larga derrota de Oriente, se acercaban los cruceros-acorazados Nishin y Kasuga, construidos en los astilleros italianos de Ansaldo para la Republica Argentina y comprados a ésta por el Japón.

Sin embargo el bombardeo del día 9 no causó gran daño a los rusos, a pesar de estar en inferioridad numérica y encerrados en una trampa. Sus barcos estaban apoyados por las baterías de costa y Togo se vio obligado a retirarse, pero a pesar de todo podía estar satisfecho; la guerra había comenzado como quería el Japón: con la flota japonesa embotellada en Port Arthur y las rutas marítimas abiertas a los transportes de tropas japonesas que se dirigían hacia Manchuria meridional y Corea.

Con estas operaciones los japoneses cerraron el cerco, iniciándose una larga campaña de desgaste que tenia por fin triturar la resistencia rusa y ocupar Port Arthur. Todo aquel año se tardó en alcanzar dicho objetivo y, entre tanto, las minas submarinas produjeron grandes perdidas en las dos escuadras. La más grave para los rusos fue el hundimiento el 13 de abril del Petropavlosk, buque insignia de su Flota, y con él la muerte del vicealmirante Makarof. Ese mes también se fueron a pique dos cruceros, un minador y tres destructores rusos. A los japoneses les tocó el turno el mes siguiente, perdiendo los acorazados Yashima y Hatsuse, el crucero Yashino (perdido en colisión con un buque gemelo a causa de la niebla) y un destructor.

El comandante en jefe de la Flota rusa, contralmirante Vitjeft, realizo un gallardo intento de salida el 10 de agosto con el propósito de llegar a Vladivostok. Le quedaban cuatro acorazados pesados y veintinueve torpederos. Togo se resistía a acortar la distancia de combate. Así las cosas, las dos escuadras estuvieron dos horas cañoneándose a gran distancia, midiendo sus fuerzas, hasta que a las 18:37 horas una salva de proyectiles "chimose" de 12 pulgadas alcanzo al Tsarevitch, capitana de Vitjeft, que murió al quedar destrozado el puente y la torre de combate.

A Port Arthur regresaron cinco acorazados averiados, un crucero y tres destructores. Tres cruceros-acorazados de la escuadra de Vladivostok que habían realizado una salida de aquel puerto para apoyar el intento de romper el bloqueo de Vitjeft, fueron interceptados cuando navegaban al sur y rechazados hacia su base con la perdida de uno de ellos. Finalmente el crucero Novik, que trataba de alcanzar Vladivostok rodeando Japón, fue alcanzado y hundido frente a Shakalin el día 21. Aquello era el final de la campaña naval de Port Arthur. El 2 de enero de 1905 cayó en manos de las tropas japonesas, que pudieron contemplar un puerto lleno de naufragios y derrelictos.

LA BATALLA DE TSUSHIMA

Pero así no se ponía fin a la guerra. A los rusos les quedaba una baza aparentemente formidable: los siete acorazados, dos cruceros-acorazados, siete destructores y nueve buques auxiliares de la Flota del Báltico bajo el mando del almirante Rodjesvensky. A este respecto el plan de Togo no podía ser más simple: concentrar en el estrecho de Tsushima todo cuanto buque de guerra estuviera disponible y esperar a la Flota rusa. Un crucero ligero y tres destructores nuevos eran todo lo que se había incorporado desde el final de las operaciones del año anterior. Con ello el total de buques japoneses era de ocho acorazados, dieciséis cruceros ligeros, veintiún destructores y unos cincuenta y siete torpederos.

En la madrugada del 27 de mayo de 1905, a las 05:05 horas, la Flota rusa fue avistada por la cortina de cruceros ligeros de Togo, arrumbada hacia el norte (los rusos también conocían la presencia de los japoneses por haber interceptado sus mensajes de radio, y Rodjesvensky no tenia duda alguna sobre la inminencia del choque). Cuando recibió la noticia Togo estaba fondeado en la bahía de Mesampo, en la costa coreana, y, con arrogancia, envió el siguiente mensaje a Tokio: "Acabo de recibir parte de avistamiento flota enemiga. Nuestra flota sale inmediatamente para atacar y destruir al enemigo".

Con las primeras luces del día los cruceros de Togo acortaron distancias para identificar a los rusos y determinar su fuerza. Rodjesvensky, sin hacerse ilusiones sobre su porvenir, formo la línea de batalla a las 11:00 horas, formando en línea a sus doce buques más poderosos y dejando en retaguardia a los transportes , escoltados por cruceros y destructores. Los cruceros japoneses no rompieron el contacto y, alrededor de mediodía, su pegajosa presencia provocó un cañoneo inútil; los nervios artilleros del Orel dejaron escapar un cañonazo de 12 pulgadas, al que siguió un fuego graneado.

A las 13:5 horas fue cuando ondeo en el Micaza la señal que para los japoneses ha tenido un valor histórico y decisivo: "La suerte del Imperio depende de esta acción. Que cada uno haga todo lo que pueda". Togo cayó súbitamente a babor hacia el este y se lanzo sobre el acorazado de cabeza en la línea rusa, eran las 14:05 horas. Las dos flotas se acercaban rápidamente con rumbos convergentes y de nuevo los rusos fueron los primeros en abrir fuego desde el Suvarof, capitana de Rodjesvenky, a las 14:08 horas. Togo, en cambio, contuvo el suyo. Las torres del Mikasa no abrieron deliberadamente el fuego hasta no haberse reducido la distancia a unas 6.650 yardas, y acto seguido empezó el metódico martilleo mortífero que causo el caos y la ruina de la flota de Rodjesvensky.

Los rusos consiguieron devolver algunos golpes, pero no bastaron para inquietar a los japoneses ni, desde luego, para hacer que la balanza se inclinara a su favor. Casi al comienzo del duelo artillero alcanzaron al Micaza con dos impactos de 12 pulgadas y otros dos de seis pulgadas que le causaron cincuenta y cuatro bajas, pero no fueron suficiente para averiarlo seriamente. En conjunto, los rusos no podían parar aquel abrumador diluvio de mortíferos proyectiles "chimose" que iban triturando su Flota de modo sistemático e inexorable. A las 15:00 horas el Suvarof ya no era mas que una ruina en llamas, sin gobierno y con Rodjesvensky herido en la cabeza. Poco después el Oslyabya fue alcanzado por una granizada de proyectiles en la línea de flotación que lo abrieron e hicieron zozobrar, siendo el primer buque de acero de la historia hundido por la artillería.

El Alejandro III quedó entonces de guía en la línea rusa y su comandante trato de deslizarse por detrás de la línea de Togo, pero éste desbarató sus intenciones invirtiendo el rumbo y obligando a los rusos a virar al sudeste. Durante un rato el Alejandro III tuvo que salirse de formación, reemplazándolo el Borodino como guía, pero esto causó confusión y la línea rusa se alargo y empezó a describir círculos alrededor de los restos incendiados de la capitana Rodjesvensky. Este, casi inconsciente a causa de sus heridas, arrió la insignia a las 17:50 horas y cedió el mando a Nebogatof, dándole unas vagas instrucciones sobre la necesidad de alcanzar Vladivostok.

Togo pudo entonces concentrar el fuego de sus acorazados sobre los rusos, uno a uno. Primero contra el Alejandro III, que zozobro poco después de las 18:00; luego sobre el Borodino, alcanzado en un pañol de municiones de 12 pulgadas que voló, hundiéndose alrededor de las 19:00 horas; y finalmente sobre los restos del Suvarof, que siguió a flote disparando el único cañón que le quedaba.

Al amanecer del día 28 de mayo de 1905 Togo y su Flota se dispusieron a coronar la victoria. Los acorazados y cruceros japoneses habían rodeado a los últimos barcos de Nebogatof, que se rindió para no aumentar inútilmente la perdida de vidas. Horas mas tarde se remataba el triunfo japonés con la captura del casi inconsciente Rodjesvensky. La victoria era total: de los treinta y ocho buques de guerra rusos que se habían internado en el estrecho de Tsushima, la flota japonesa había hundido o apresado veintisiete. La paz fue firmada gracias a la intervención de los Estados Unidos el día 5 de septiembre de 1905. Por ella se reconocía la hegemonía japonesa en Corea, y el Japón recibía además la mitad meridional de la isla de Shakhalin. Se habían alcanzado todos y cada uno de los objetivos fundamentales por los que, año y medio antes, se había ido a la guerra, y gran parte de ello había que agradecérselo a la flota Imperial.

LA MAQUETA

La primera impresión al abrir la caja es gratificante, ya que nos encontramos ante un kit de una factura implecable: casi ausencia de rebabas y con un detallado general de sus piezas imponente. Nos recuerda la calidad a la que nos tiene acostumbrado Pit-Road/Skywave.

Empezamos por fijarnos atentamente en los gráficos de las instrucciones (no intentéis leerlas a menos que sepáis japonés), separando las piezas de los bebederos y procediendo a lijarlas. Los encajes en general no ofrecen mayor problema y la masilla apenas hará acto de presencia.

Para no aburriros demasiado con prolijas explicaciones sólo os diré que la única fase que requiere algo de atención por nuestra parte es la concerniente al ahuecado de las piezas artilleras principales; la fabricación de las lonas de las cofas, y la colocación de los fotograbados (sobrantes de otros kit). En lo referente a los fotograbados, nos armaremos de paciencia ante la colocación de éstos y, sobre todo, de las barandillas. Hay que tener en cuenta que el Micaza era un navío de construcción británica, y por lo tanto las barandillas también lo son. En la zona de proa y popa utilizaremos las del fotograbado de Eduard para el HMS Hood. En la zona central el Micaza montaba un tipo de barandillas más bajas, para lo cual nos ira de perlas el fotograbado, también de Eduard, para el Scharnhorst.

Sustituiremos los mástiles de las banderas por varilla de latón del grosor adecuado, y la misma varilla la emplearemos para confeccionar las viguetas de suje4ccion de los puentes de proa y popa. Las cadenas de proa del costado de estribor han sido cortadas y lijadas, siendo sustituidas por las cadenas que trae el mencionado fotograbado para el Scharnhorst al objeto de dejarlas bajadas, dando así la apariencia de estar el navío fondeado.


Color base casco y estructuras: gris naval oscuro XF54 de Tamiya.
Pincel seco: gris 128 de Humbrol.
Lavados: negro 950 de Vallejo muy diluido.
Color base cubiertas: "deck tan" XF55 de Tamiya.
Lavados: sombra tostada (óleo)

Como ultimas modificaciones realizaremos la toldilla de popa, colocaremos la marinería por todo el navío para no dar la impresión de buque "fantasma", y pasaremos a realizar los cables (tomáoslo con mucha paciencia). En este aspecto y debido al año de fabricación del navío la cantidad de cables a colocar es desesperante; labor que en algunos momentos puede llegar a afectar a nuestros nervios y nuestra templaza. Sin embargo y una vez terminada esta fase, si hemos sido pulcros en el trabajo, os aseguro que el resultado merece la pena.

El mar lo está simulando con papel de celofán muy arrugado y luego vuelto a estirar, el cual he pintado por su cara interna con mezclas de azules, verdes y algo de negro. Cuando lo peguemos en la base del diorama hay que dar unos lavados con azul muy oscuro, y una vez seco éste, dos o tres buenas manos de barniz a pincel y con generosidad.

Me gustaría terminar este articulo expresando mi agradecimiento al Consulado general del Japón en Barcelona por su amable colaboración. Así mismo, doy a los lectores una pagina web que estimo de vital consulta para la realización de este y otros modelos. Es la siguiente: Combinedfleet.

Por Ramir Durá Díaz
EuroModelismo Nº 108


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