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MODELISMO Y FOTOGRAFIA

Tan apasionante como construir una maqueta puede ser el fotografiarla. La fotografía como complemento de la afición al maquetismo nos permite enseñar a los demás el proceso de construcción de un modelo, ampliar algún detalle del que estemos especialmente orgullosos o contar una historia mediante la maqueta y la ambientación a la que la sometamos. Incluso, se puede hablar de lo bien construido y organizado que esta un diorama según lo fácilmente que se deje fotografiar.

CAMARA

La fotografía de maquetas y miniaturas se incluye dentro de lo que se conoce como macrofotografía, fotografía de ampliación, tanto de objetos pequeños como de detalles de objetos mayores. Para esta especialidad existe toda una gama de equipos que pueden disparar el presupuesto hasta cotas insospechadas. Pero no será necesario salir corriendo a comprar una cámara de gran formato (aunque con ellas consigamos mejor nitidez y mayores posibilidades de ampliación) con todos sus accesorios y objetivos especiales. Si somos mañosos podemos arreglarnos con una compacta de tipo medio como la que casi todo el mundo tiene en su casa. Aunque lo mejor es optar por el termino medio y trabajar con una reflex de 35 mm.

Para atender a casi todas las situaciones que podamos imaginar necesitaremos, aparte del cuerpo de la cámara, una gama de objetivos que nos cubran desde el gran angular hasta el tele medio. Las ópticas fijas son más sencillas de manejar y proporcionan mejor calidad pero también son más caras, afortunadamente, hoy en día, hay objetivos zoom que, en un solo elemento, llevan toda la gama de focales que necesitamos y dan una calidad razonable sin ser excesivamente caros. Estos objetivos también tienen la ventaja de que suelen disponer de posiciones macro que nos permiten abordar por primera vez el tema.

LENTES, ANILLOS DE INVERSION Y OBJETIVOS

Para mostrar aquel detalle que tanto nos gusta (una cabeza, el torso de un guerrero, una ametralladora, el asiento de la carlinga…) necesitaremos algún elemento que nos de mayor ampliación que la del macro de nuestro objetivo. Para ello podemos recurrir a anillos de extensión o fuelles, pero encarecen demasiado el equipo para alguien más aficionado a las maquetas que a la fotografía. La mejor solución para lo que queremos, simple, eficaz y barata, nos la dan las lentes de aproximación o de aumento que sin ser caras tienen unas prestaciones dignas.

Las lentes de ampliación (que realmente son simples lupas) se enroscan en la parte frontal del objetivo (como un filtro cualquiera), y con dos o tres tendremos suficientes rangos de ampliación pues se enroscan entre si uniendo su poder de aumento. Su potencia, es decir, su distancia focal, se expresa en dioptrías y cuando se combinan, el poder final alcanzado es la suma de las potencias individuales. Tienen la ventaja de no disminuir la luminosidad de la óptica con la que trabajemos. Es conveniente no superar las seis dioptrías si queremos que nuestras imágenes no pierdan calidad.

La profundidad de campo, capacidad de enfocar sobre un objeto en sucesivos planos, es crítica en macrofotografía y por lo tanto el enfoque sobre el elemento que queremos sacar será muy delicado. Para evitar este problema y no dejar nada fuera de foco, tendremos que trabajar con diafragmas muy cerrados (es conveniente que nuestras ópticas puedan cerrarlo hasta por lo menos f/22 o f/27) y con enfoque al infinito. De esta manera disfrutaremos de la máxima calidad de imagen posible aunque tendremos que aumentar el tiempo de exposición al cerrar el diafragma (para exposiciones largas será necesario el trípode). Si utilizamos lentes de aproximación cuanto mayor sea la distancia focal del objetivo mayor será la ampliación pero menor la profundidad de campo.

Los anillos de inversión también proporcionan buenas ampliaciones. Son exclusivos de cada marca ya que se enroscan al frontal del objetivo y por el otro lado llevan una bayoneta para montarlo al cuerpo de la cámara. Con ellos, los mejores resultados se obtienen con ópticas normales (50 mm de focal) y con angulares (menos de 35 mm de focal) y trabajando con diafragmas f/8 o f/11 que nos proporcionan la mejor definición óptica. Si trabajamos con objetivos tipo zoom hay que tener en cuenta que por encima de 50 mm de distancia focal la imagen proyectada en la película será menor que la real mientras que, por ejemplo, para un angular de 20 mm la relación de ampliación será de 3´5:1.

Como con las lentes, el mejor sistema para enfocar es colocar el objetivo en infinito (marca 8) y mover la cámara o el objeto a fotografiar hasta obtener foco allí donde deseemos. Con los anillos de inversión las distancias de enfoque son muy cortas. Para un 50 mm la miniatura tiene que estar a 9´5 cm y con un angular de 28 mm la distancia se reduce a tan solo 5 cm.Con estos anillos, el control de la luz es mucho más crítico que con las lentes. A mayor relación de ampliación menos luminosidad. Los anillos de inversión presentan el inconveniente de que si se usan con cámaras automáticas se pierden todos los automatismos.

Decidido el rango de ampliación que queremos y con ello el tamaño que tendrá nuestra maqueta en el fotograma tenemos que pensar en el punto de vista desde el que la fotografiaremos. En general las tomas desde arriba no son acertadas, pues dan la sensación de que la figura es achaparrada, más pequeña de lo que ya es de por si. Si fotografiamos a la altura de los ojos de la figura la imagen dará sensación de normalidad. Observaremos el aspecto real que tiene el modelo. Si la fotografía la realizamos con un contrapicado las sensaciones que transmitiremos serán de grandiosidad. La figura se agiganta y magnifica, lo que viene muy bien a la hora de fotografiar vehículos.

Además del punto de vista es importante el objetivo:

-- Un óptica de 50 mm o normal (llamada así porque, en el formato de 35 mm, es la que nos permite fotografiar con una visión semejante a la del ojo humano) mostrara las proporciones habituales de los objetos, sin apenas deformaciones.
-- Un teleobjetivo comprime los planos de la imagen, de forma que parece que estén más cerca entre si de lo que lo están de verdad. Puede ser útil para acercar el fondo al protagonista de la escena en un diorama, por ejemplo.
-- Un angular deformara las proporciones de los objetos, exagerando la perspectiva. Alargara las líneas dando la sensación de que los objetos son más grandes. Es el objetivo ideal si pretendemos que las maquetas simulen la realidad. Son muy nítidos y disfrutan de una gran profundidad de campo.

ILUMINACION

Una vez dispuestos, con la cámara, la maqueta y los accesorios de ampliación elegidos hay que saber que luz nos iluminara la escena, algo primordial en fotografía. Podemos recurrir a un par de flashes o a focos de luz fija. En cualquier caso la película que empleemos se vera influida por nuestras preferencias personales y por la luz que empleemos, tanto por su intensidad como por su temperatura de color. Los negativos normales están equilibrados para la luz del sol o para la de los flashes. Si empleamos bombillas o focos normales tendremos que usar película equilibrada para lámparas de tungsteno o película normal con un filtro que elimine molestas dominantes de color que nos sorprenderían al revelar las fotos. En cualquier caso es más cómodo trabajar con focos que con flashes.

Los focos nos permiten observar en todo momento las luces y sombras que tendremos en el momento del disparo. Si modificamos la situación veremos al instante los resultados de las variaciones efectuadas. Además podremos calcular la luminosidad de la escena con el exposímetro de la cámara, sin necesidad de recurrir a un fotómetro externo, como tendríamos que hacer con los flashes para estar seguros de los ajustes a realizar.

El único problema de los focos fijos con el que hay que tener cuidado de verdad es la gran temperatura que alcanzan. Podemos llegar a quemarnos si tocamos donde no debemos, pero es que nuestra querida maqueta también puede sufrir estragos si la sometemos durante mucho tiempo a esas elevadas temperaturas. Contra las quemaduras la única solución posible es la precaución a la hora de manipular la escena. Para evitar que la maqueta se deforme hay que trabajar rápido y como medida de seguridad puede servir el interponer un papel entre el foco y el modelo. Esto reduce la temperatura a la que sometemos la miniatura y además nos puede servir para cambiar el color de la luz según el color del papel y para modificar las sombras según la distancia a la bombilla a la que lo situemos. Cuanto más cerca de ella mas duras serán las sombras y más suaves según lo alejemos. Con tres focos medianamente potentes podemos hacer frente a cualquier situación fotográfica que queramos. Dos iluminando indirectamente proporcionando luz ambiente y el tercero iluminando el objeto principal por ejemplo.

Si no tenemos más luces pero alguna parte de la maqueta esta muy oscura podemos aclararla reflejando la luz de forma que incida por donde nos interese. Para ello sirven multitud de materiales. Papel o cartulina blanca o de colores, papel de aluminio, reflectores especiales para fotografía… Las láminas de porespan están especialmente indicadas pues producen un reflejo muy suave que difumina las sombras de un modo muy agradable. Hay que tener en cuenta que la luz toma la tonalidad de la superficie donde se refleja y que superficies lisas y pulidas reflejan más luz que las que son rugosas, siendo estas últimas idóneas para proporcionar luces y sombras suaves, sin dureza.

Lo mismo que podemos situar los focos donde nos interese, podemos colocar los flashes, si nos decidimos por ellos, en cualquier lado mediante cables sincron y células fotoeléctricas. Hay flashes anulares especiales para macrofotografía que están indicados para objetos especialmente pequeños y difíciles de iluminar. Tienen el inconveniente de que proporcionan una iluminación plana que no produce sombras que permitan ver el volumen del objeto a fotografiar.

Pero sea cual sea el método de iluminación empleado siempre hay que tener en cuenta que el ojo humano es más perfecto que cualquier película fotográfica y que compensa mucho mejor las luces y las sombras. En la foto final las zonas de sombras serán más oscuras que lo que veíamos al preparar la toma. La experiencia en el manejo de los equipos es el mejor sistema para solventar todo esto y no llevarnos decepciones.

Lo único que necesitamos para hacer buenas fotos de nuestras maquetas es tener ganas y perseverar aunque los primeros experimentos no nos salgan tal cual queríamos. El equipo descrito es lo mínimo imprescindible pero en el mercado fotográfico hay infinidad de elementos que, aunque no son esenciales, pueden ayudarnos. Es el caso de los filtros. Son utilísimos y entre filtros de color y filtros de efectos especiales podemos encontrar una variedad abrumadora. Antes de usarlos es conveniente conocerlos bien y no abusar de ellos, pueden mejorar una foto pero pueden destrozarla si nos pasamos. Tenemos filtros de campo partido para exponer las mitades del negativo de forma independiente; filtros difractores para conseguir estrellas a partir de puntos de luz; filtros para dar sensación de movimiento; filtros para niebla; de colores degradados para cambiar el tono del cielo… Si el fotómetro de la cámara se nos queda pequeño podemos comprar uno externo. Podemos ponerle rotulas especiales al trípode.… La variedad es prácticamente ilimitada y solo cada uno sabe lo que le hace de verdad falta y cuanto esta dispuesto a gastar en su afición pero el trípode hay que considerarlo imprescindible ya que mantiene la cámara en su sitio en exposiciones largas. También es aconsejable un cable disparador para evitar trepidaciones al apretar el obturador.

Una vez visto todo esto, es el momento de plantearnos la realización de la fotografía. Una buena foto comienza con la idea que nos lleva a ella. Esta idea ha de estar tan clara como nos sea posible. Tenemos que tener claro que queremos fotografiar ¿un detalle? ¿el montaje? ¿un diorama? Y como hacerlo ¿blanco y negro? ¿diapositivas? ¿una sola toma o una serie de ellas? ¿fotografía interior o exterior?

FOTOGRAFIA EN INTERIORES

La fotografía en interiores es la más empleada. Si queremos mostrar un detalle o el proceso de construcción de una maqueta tomaremos las fotografías en "el taller" probablemente. Básicamente necesitaremos una mesa de trabajo y un respaldo donde apoyar los fondos de la escena y sujetar las planchas donde rebotar las luces. Para fotografiar figuras o pequeños vehículos una silla puede resultar un plató portátil de lo más cómodo, pues presenta las superficies horizontales y verticales que precisamos. El respaldo soportará un fondo de papel que, en forma de curva cubrirá este y el asiento. El fondo puede ser una simple cartulina de color, un fondo degradado comprado en tiendas especializadas o una fotografía acorde en temática y proporciones con la miniatura a fotografiar. Paisajes editados a propósito para maquetas ferroviarias, o fotos sacadas de publicaciones o de nuestras colecciones personales pueden resultar la ambientación que buscábamos. Cuidado con la ley de la perspectiva, lo que esta más lejos siempre se vera más pequeño que lo que esta en primer plano. Cuidado también con el punto de vista y la iluminación, hay que procurar que coincidan los del fondo con los de la toma que estamos realizando.


En la imagen de la izquierda podemos ver como el tanque no guarda relación con los
troncos de la fotografía, siendo estos de un grosor excesivo para la escala del tanque. En
la imagen de la derecha la relación en la escala es respetada y el Jeep aparece integrado
en el paisaje.


En la foto de la izquierda se muestra la preparación de un escenario en el que se quiere
situar un tanque en el desierto y en la imagen de la derecha el resultado.

Lo iluminamos todo con un foco, equilibrando el contraste con otro foco orientado de manera indirecta o con la luz principal reflejada y evitando siempre que se vean reflejos en el papel que hace de fondo (algo que ocurre fácilmente con los papeles fotográficos). Si situamos la maqueta delante de una foto, hemos de acompañar la misma con un pequeño diorama que integre fondo y miniatura, pues sino el sujeto principal estaría aislado y la imagen se vería artificial. Debido a la poca profundidad de campo, el fondo saldrá desenfocado pero eso es una ventaja pues resaltara el modelo principal. Las maquetas no tienen que ir necesariamente montadas en un diorama permanente. Podemos construir pequeños decorados donde situar la maqueta para nuestras fotos.

Preparación del decorado:

Conseguir un desierto puede ser tan sencillo como extender un poco de arena haciendo ondas sobre un fondo azul degradado hacia blanco y adornarlo con "pedruscos" o "matojos" según lo duro que queramos hacerlo. Un bosque es tan sencillo como disponer unas ramas dando la sensación de árboles, con unas cuantas hierbas y líquenes en acertada distribución. El corcho colocado sin que se vean los cortes puede perfectamente simular rocas y un papel de lija, según lo miremos, puede parecer el asfalto de una carretera. Los paisajes que obtengamos solo dependen de la imaginación que le echemos al asunto. Las cosas no siempre son lo que parecen, todo depende de las escalas, la iluminación y el enfoque que les demos.

FOTOGRAFIA EN EXTERIORES

Las fotos en exterior, menos comunes en maquetismo, son también muy divertidas y no son nada complicadas. Hay que tener cuidado a la hora de elegir la zona a fotografiar. Las distintas figuras necesitaran distintos ambientes, y no es lo mismo fotografiar una canoa india que un tanque del Afrika Corps. Lo mismo que con las fotografías en interior hay que tener cuidado con las proporciones. Un árbol demasiado cercano aparecerá exageradamente grande y evidentemente desproporcionado, pero si esta muy lejos solo será una mancha borrosa. Hay que buscar la distancia justa.

En exterior hay que tener especial cuidado con la iluminación. En días soleados el contraste entre las zonas de luces y las de sombras puede ser excesivo y habrá que aclarar estas últimas mediante reflectores o el flash en posición de relleno. Si el sol no esta en la posición que nos interesa podemos usar un espejo para dirigir los rayos allí donde hacen falta. En días nubosos la luz puede variar en un momento al taparse o salir el sol con los movimientos de las nubes. Y en días nublados la luz puede ser demasiado fría. Los mejores momentos del día para fotografiar en exterior son las primeras horas de la mañana y las ultimas de la tarde. En esos momentos los rayos solares tienen una hermosa tonalidad dorada muy calida y además como se dirigen de manera rasante proporcionan las mejores sombras.


Tres espectaculares ejemplos de fotografía de maquetas en exterior

Si hay algún inconveniente la imaginación es fundamental a la hora de superarlo. Podemos recurrir a un simple folio, a papel de aluminio o a papel de regalo dorado para aclarar las sombras de las zonas que no estén iluminadas o para dar más calidez a la luz que tiene la miniatura… Para confeccionar fondos podemos recurrir a cartulinas, a fotos que tengamos por ahí, podemos construirlos con yeso o escayola pintados… Las posibilidades son tantas como se nos ocurran. Incluso puede quedarnos tan bien la decoración que se merezca convertirla en permanente.

Las fotos de miniaturas precisan de paciencia y de algo de trabajo para situar los objetos correctamente, pero nada de eso ha de asustar a un buen maquetista y el resultado merece la pena. En el mercado hay infinidad de literatura sobre el tema pero en este campo lo principal es la práctica y el estudio de las fotos que más nos gusten. Es conveniente, cuando fotografiemos, tomar unas cuantas notas donde podamos consultar en el futuro como realizamos esa foto que tanto nos gusta o aquella tan horrorosa a la que esperamos no se parezcan futuras tomas. Aunque nos parezca aburrida e innecesaria su realización, esos apuntes serán muy útiles cuando no recordemos algún detalle concreto, por ejemplo, que luz o que objetivo usar, y deberían contener:

­ Nombre o identificación de la foto
­ Película empleada y el número al que corresponde la foto en ese carrete
­ Tiempo de exposición
­ Diafragma
­ Objetivo y distancia focal si es un zoom
­ Electos de ampliación empleados (lentes, anillos…)
­ Filtros (si se usaron)
­ Croquis de situación (cámara, modelo, luces…)
­ Alguna nota explicativa extraordinaria

Cuantas más fotos hagamos mejor nos irán saliendo, menos problemas encontraremos y antes conseguiremos resultados como el siguiente:

Por Jose Mª "Tuor123" Yuste


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