Yo siempre pinto a pincel, pero como las grandes superficies son siempre conflictivas en este menester, me compré un spray de Tamiya con esa finalidad.
Mis primeros intentos fueron bastante desastrosos. Terminé sobrecargando en exceso de pintura con los consiguientes churretes. Luego, con algo más de experiencia conseguí mejores resultados.
El truco está, en mi opinión, en mantener el bote relativamente lejos del objetivo, unos treinta centímetros, y desplazar en una sola dirección sin volver atrás, manteniendo la velocidad lo más uniforme que puedas. Es mejor quedarte corto y dar dos capas que pasarte de pintura. ¡Ah!, y el flujo de pintura siempre horizontal y perpendicular al objeto a pintar.