Muchos países conservan barcos que fueron buques insignias de sus Armadas, sobre todo del siglo XVIII.
Como ejemplo, sirva en Inglaterra el “Victory”, en Suecia el “Goteborg”.
Nosotros en España carecemos de joyas así, ya que la mayoría fueron hundidos en la Batalla de Trafalgar, y los que quedaron a flote atracaron en el puerto de Cádiz, y allí fueron presa de los ciudadanos gaditanos que los utilizaron como leña por la escasez y la hambruna del momento.
Tan solo existe en el Puerto de Málaga una réplica del Santísima Trinidad, bastante fiel.
Pero al ser construido por iniciativa privada, sin ayuda alguna, el interior del buque está destinado como restaurante y museo.
La cubierta es bastante parecida a lo que podría haber sido el Santísima Trinidad.
Pueden verlo en
http://www.eltrinidad.es